ÉPICA

 

Las mañanas son un suspiro dentro de una constelación que alivia, eres mi luz de día, mi estrella guía, creas esa melodía, con los latidos de mi corazón, logrando  que sonría, no sé qué aria sin tu recuerdo que me acaricia, que me abraza y dibuja en mí una sonrisa, fortalece mi ánimo y me hace estremecer, llenándome de confianza en este nuevo  amanecer. Amanecer dentro de tu mirada, es llenarse de fe y esperanza restaurada. Porque no somos tan diferentes el uno del otro, porque la mirada triste embellece el rostro, porque cada lágrima nuestra, demuestra  al instante,  lo que significa perder  un ser tan importante,  divagar  y no encontrarte en ninguna parte.

Atardece, en un clima tan variable, como mi estado de ánimo, y en un instante, vuelves a aparecer, sensación inexplicable que recorre todo mi ser, en cada acción, en cada palabra que digo, en cada pensamiento, siento que estás conmigo, gobiernas realidades, mi fe ha empezado a crecer,  alimentaste de orgullo mi alma, para que lograra en mi creer. Con tus manos cubres el sol para que no me dañe, me das la mano para que no te extrañe, me has logrado proteger.  Conservo dos heridas, las dos nocivas, sufridas por querer. 

Preparo  en  silencio un cóctel ansiolítico, mientras dejo en manos del CENATRA la inestabilidad de mi estado anímico, cíclico desenlace, tu existencia está a mi alcance, porque ya he comprendido, aquella noche cuando pactaste conmigo…  estuviste  inadvertido…  dentro de la existencia más triste…  tu jamás hablaste conmigo…  y yo jamás dije que ahí estuviste.

 

…Ambos somos silencio, el silencio es nuestro y nuestro silencio… continúa muerto……   JJM

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